Mi abuela María (1872-1957) personaje muy importante en mi vida y de la que guardo un grato recuerdo, era una mujer de mucho carácter, emprendedora e independiente. Quedó viuda joven y con tres hijos. Ella salió adelante trabajando el esparto como nadie y trenzando pléita con la que hacía capazos y sarrias (de ahí su apodo).
Que pena siento de no tener ningun trabajo de ella para admirarlo y sentirme orgullosa de aquel trabajo que ella realizaba para sobrevivir junto a sus hijos y que yo admiraba siendo niña, sorprendiédome la destreza de sus manos tan finas y delicadas que a mi me tenían hachzada.
Gatos en la Cuna: Pintura al óleo sobre lienzo de 48 x 39. Estos dos felinos que se han adueñado de la cuna y posan con gesto altivo, los hice pensando en los míos, Pixi y Lasi, además de ser las mascotas más queridas de casi toda la familia, sobre todo de mi hija Yolanda y la suya, Yoli, mi nieta mayor, y a la cual se lo regalé
No es precisamente lo que mejor se me da con los pinceles pues imitar el pelo de los animales es bastante complicado, sobre todo para una autodidacta como yo. De todos modos lo encuentro aceptable en su conjunto y simpático por tratarse de unos animales tan bellos como son los gatos.
Esta familia siempre amó a los animales en su conjunto, perros, gatos, periquitos y hasta un pajarito que ignoro su raza y le pusimos por nombre Kira en este blog ya hay alguna prueba de ello.
A continuación, la siguiente poesia, se me ocurrio hace unos días, como ya digo, paseando por el campo y esta basada en hechos reales, que en ella relato porque me parece más bonito hacerlo en una poesía.
LA MADRE NATURALEZA
Hoy paseando por el campo
En contacto con la naturaleza
Vi algo muy poco corriente
Que no haría pintor famoso
Ni experto dibujante.
Indagué y descubrí a los autores
De aquella abstracta maravilla
Tras la lluvia unos simples caracoles
Andando arriba y abajo por la cuneta
Dejaron una obra de arte perfecta.
Nunca vi nada tan llamativo
Y me quedé pensando con optimismo
¡Dalí no haría nada con tanto realismo
Como aquel lienzo refulgente y atractivo!
Seguí mi camino y más adelante
En el hueco de un olivo gigante
Asomaba la cola de negro plumaje
Un cisne del cercano estanque.
Me acerqué al lugar lentamente
¿Qué podía hacer aquel anade
En aquella postura sorprendente
Que atraía la mirada de la gente?
De pronto al verme echó a volar
Y con regocijo pude contemplar
Los huevos que acababa allí de incubar
Mientras el ave muy cerca del lugar
Con defensivo ademán no paraba de graznar.
Aquel hallazgo me hizo pensar
En mi nido barrido por el tiempo
Que con seguridad habría defendido igual
Si un intruso hubiese querido en él husmear.
Con el episodio de amor maternal
Las lágrimas no pude evitar
Me volví, no quise continuar
¡¡Qué lecciones los animales nos dan!!
Fina
Al ver el cuadro con el capazo de esparto tú recuerdas con cariño a tu abuela y yo, inmediantamente, me he acordado de otro gran artista, mi padre.
ResponderEliminarEl cuadro de los gatos está muy gracioso y es muy bonito también.