Puente sobre el Río Juanes o Chico:
Pintura al óleo sobre tablero de 46 x 46.
Este precioso cuadro pertenece a la época de los dos anteriores, años 60, cuando comenzaba dando mis primeras pinceladas. Recreándonos en su contemplación nos transporta con el pensamiento a un tiempo donde este pequeño río, llamado también Chico por su corta longitud, se manifestaba así de caudaloso en algunos puntos de su recorrido, por ejemplo, bajo este puente emblemático y un tanto original en su estructura, que une el pueblo de Buñol con el de Yátova.
Recuerdo en los veranos de aquellos años, muy lejanos en el tiempo, desplazarnos caminando la familia, mis padres y hermanos, hasta este recóndito lugar en plán turístico desde nuestra casa, situada en la calle Lope de Vega, por la carretera o cuesta del Monte de la Cruz, a unos cuatro kilómetros de distancia, hasta este singular charco con suficiente profundidad para nadar o refrescarnos y pasarlo de maravilla tomando el sol sobre esas enormes piedras que lo circundan junto a una frondosa vegetación.
De este río y su corta trayectoria desde su nacimiento hasta la desenbocadura en el Río Buñol, se podrían contar muchas cosas importantes, y que dio lugar al aprovechamiento de sus aguas, entonces abundante y constante, pero sólo comentaré lo más destacado a título de curiosidad para quién me lea, y si es de nuestro pueblo, tenga el gusto de recordar.
El Río Juanes o Chico nace al N O de Yátova y es el de vida más efímera de la Hoya de Buñol. Recoge las aguas de su nacimiento, denominado "Dondenace". Sus aguas fueron utilizadas por el molino Tetuán, artefacto papelero, y posteriormente por un establecimiento balneario para la curación de enfermedades cutáneas.
Playa de Peñíscola (Alicante) y al fondo el Castillo de Papa Luna:
Pintura al óleo sobre tablero de 46 x 46.
Este segundo cuadro pareja del primero y compañero de los dos anteriores, esta pintado en la misma época y situación de aprendizaje. Refleja claramente en su contorno, una de las bellísimas playas de la Comunidad Valenciana de arena dorada, en contraste con el azul del mar y la esbelta silueta amurallada de su castillo al fondo.
Estos cuatro cuadros, los dos de esta publicación y los de la anterior, se conservan en perfecto estado sin variaciones en su lograda composición a pesar del tiempo transcurrido. Ellos representan para mi una auténtica joya por todo el valor que encierran sentimentalmente.
"A MI MADRE"
Déjame contarte, madre mía
lo acontecido en mi vida
desde aquel fatídico día
que te fuiste de madrugada.
Déjame decirte, madre mía
la huella profunda que dejaste
de una época de amor y ternura
a los tres hijos que engendraste.
¡Por qué será, madre mía
que has tenido que dejarme
para darme cuenta de tu valía,
el amor desinteresado y la dedicación
albergados en tu corazón!
Hoy quisiera, madre mía,
en alas de la fantasía
recibieras con alegría
estos versos que nunca yo
te escribí en vida, y que son
nacidos del corazón.
Palabras que debí decirte,
y que ya nunca te diré,
el paso de la vida, de repente,
hoy me muestran claramente
la grandeza de tu querer.
Más que nunca necesito
de tu presencia, de tu fe,
de ese calor humano tan grato
que sólo una madre puede tener.
Y aunque tarde, madre mía,
por favor, olvida y perdóname,
lo que yo daría hoy en día
por sentir tu compañía
y volver juntas al ayer.
Fina
Maravillosos los dos cuadros de dos lugares emblemáticos, uno de nuestro Buñol, y otro de nuestra Comunidad. Están muy bien logrados.
ResponderEliminarLa poesía es muy emotiva, se me han saltado hasta las lágrimas, tanto hoy como el otro día cuando la escuché en la radio.