Buñol, vista parcial del año 1916: Pintura al óleo sobre lienzo de 36 x 49.
Este bello cuadro representa una joya del pasado, Si nos detenemos en su contemplación, observamos ciertamente la diferencia urbanística de entonces con la actual, por ejemplo; en el lugar de las palmeras, hoy se encuentra ubicada una finca de varias plantas, y que hace esquina con la calle de El Molino. También en el emblemático Puente Nuevo, llamado ahora de la República, se aprecia la no existencia del paso peatonal, tan necesario en estos tiempos para la descongestión y seguridad del viandante, quedándose dicho puente en exclusiva, para la circulación rodada. A la izquierda, bajo de las viviendas, se aprecia la trasera destinada a patio de lo que fuera colegio de Monjas. Esto último, me recuerda mis años adolescentes cuando en dicho lugar, y en el primer piso, se impartían clases de corte y confección. Yo estuve yendo durante algún tiempo, lo que me permitió aprender a dominar dicha profesión en el futuro.
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San Jorge Mártir: Pintura al óleo sobre lienzo de 36 x 49.
La pintura aquí representada, la inicié sugestionada contemplando sobre una tarjeta, la esbelta figura de este emblemático Santo.
Ya es un doble atrevimiento por mi parte, pintar teniendo las mínimas nociones de esta bella arte, y no digamos cuando se trata de representar una obra como esta, queriendo imitar a los grandes genios de la pintura. Pero este hecho tiene una explicación muy sencilla, pudo más la atracción que la cordura. Me enamoré de San Jorge, de su figura poderosa y vencedora ante el dragón defendiendo a la doncella. Todo un reto cuando además tienes delante un lienzo en blanco y te gusta la pintura.
Terminado el cuadro, y sobre el caballete, lo contemplaba a diario orgullosa, siendo de mis obras la más atractiva y querida; incluso me sirvió como modelo de inspiración en mi poesía.
Pasado un tiempo, coincidencias de la vida, me visitó el Padre Dn. Elías Pastor, Párroco de San Jorge Mártir y amigo de la familia, a quien regalé mi pequeña joya.
Cuando contemplé su marcha a través de la ventana con mi San Jorge, sentí una congoja infinita y no pude evitar el llanto al comprender que ya no le vería. Pero a pesar de todo era feliz porque entendía que el lugar idóneo para estancia de este vendito Santo, era en la Parroquia que lleva su nombre en Valencia. Ojalá desde ese lugar sagrado escuche mis oraciones y no me olvide.
A SAN JORGE MÁRTIR
¡Valeroso Militar Romano!
Nunca pensé que un día
Viendo tu divina imagen
De ti me enamoraría.
De ti y de la mítica leyenda
Defendiendo a la doncella
De las garras del dragón
Hincándole la lanza al corazón.
Y puse mi alma en todo ello
Sobre la blanca tela de un lienzo
Y de mis pinceles brotaron
Caballero, dama y caballo.
¡Este Santo Turco venerado
Será lo más bello que he creado
Sin ser un artista consumado
Porque Tú me has llevado la mano!
¡Yo te pido Santico mío!
¡Donde quiera que tu vayas!
¡Te acuerdes de esta buñolera
Que de ti quedó prendada!
Fina
Preciosos los dos cuadros, Fina. En el paisaje de Buñol, me llama mucho la atención el contraste de los colores terrosos con el verde de las palmeras y el blanco de algunos edificios, que acaba dando como resultado un cuadro muy equilibrado y atractivo. Y en el de San Jorge me atrae mucho el dibujo tan preciso del jinete, del caballo y del dragón, así como la forma magistral de resaltar el efecto cromático de la armadura. Gracias por compartir estos frutos de tu inspiración y de tu arte.
ResponderEliminarRecibe un fuerte abrazo.
El primer cuadro de nuestro Buñol es muy atractivo, sobretodo, por su colorido. El segundo cuadro, el de San Jorge, así como la poesía están muy bien logrados y muestran la admiración que sientes hacia dicho personaje, que desde la parroquia en que se halla velará por ti cada día. Un abrazo, Fina.
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